LOS LUGARES ANCESTRALES Y EL
PROGRESO EN LA ARAÑA (MÁLAGA, ESPAÑA)
La Bahía de Málaga fue en el
pasado un lugar hospitalario para la especie humana, desde hace medio millón de
años en que la colonizaron los primeros grupos de preneandertales. Su situación
litoral posibilitó la abundancia de recursos marinos y terrestres para la
supervivencia de nuestros antepasados prehistóricos, que se fueron asentando
sucesivamente hasta el final de la Prehistoria. La costa, los valles y cerros
de alrededor fueron una despensa inagotable, en un clima benigno que permitió a
los neandertales andar entre olivos (acebuches) en plena glaciación, que aquí
en Málaga se tradujo en pluvial, y que permitió que prosperaran especies como
el abedul o el acebo. Su posición geoestratégica (al lado de una gran ciudad
como Málaga), en el centro de la Costa del Sol, ha hecho que los signos del
progreso se dejen sentir con fuerza desde antiguo, aunque en la actualidad sus
efectos son demoledores, y estén convirtiendo a los ancestrales territorios en
un catálogo de las infraestructuras que necesitamos los urbanitas modernos.
Vestigios del ferrocarril, carreteras, explotaciones industriales, tendidos eléctricos, urbanización del campo, etc.,
harían muy difícil que los propios neandertales pudieran reconocer su territorio si volvieran a la
vida. Si esta sociedad logra preservar para las generaciones venideras sus
hábitats, habrá cumplido con uno de sus deberes para con los que nos sucedan es
este viejo territorio.
Hoy queremos compartir esta
visión de hace pocos años.
Yacimientos Arqueológicos de La
Araña.
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