jueves, 27 de junio de 2013

Libra de mantequilla (Época del Cobre o Calcolítico)

Libra de mantequilla (Época del Cobre o Calcolítico)

La evolución de la tecnología de la piedra, que arranca hace dos millones y medio de años con las primeras herramientas fabricadas por el Genero Homo, tiene un larguísimo recorrido. Si pudiéramos hacer una rápida retrospectiva de tan dilatado periodo, iríamos viendo pasar en el tiempo la lenta evolución de cantos tallados, la aparición de herramientas especializadas como los bifaces, y la utilización de las lascas, cada vez más especializadas y predeterminadas como producto, hasta tal punto de conseguir las formas y proporciones deseadas. En profundidad esta predeterminación es la esencia de “lo levallois”, que con el tiempo iría afectando a casi toda la producción lítica de una manera u otra hasta desembocar en las propias láminas: nada mas predeterminado que obtener productos laminares casi idénticos, como consecuencia de haber preparado previamente de una forma determinada los núcleos, y seguir repetitivamente las pautas que les permitían obtener los mismos resultados una y otra vez.
El producto más sofisticado de esta evolución de la talla es precisamente la obtención de las láminas, tras la preparación previa de los respectivos núcleos. En este momento se alcanza el máximo de perfección técnica y de rendimiento, pasando de los 40 ó 60 cm de filo útil por kilo de sílex en época de los preneandertales, a varias decenas de metros lineales en época de los grupos que desarrollaron la cultura del Magdaleniense, hace 11.000 años.

Durante el Cobre y el Bronce la tecnología alcanza el cenit de la perfección, en cuanto a su obtención y las pautas de desbaste, gracias sobre todo a la forma de preparar los núcleos, y su posterior tratamiento de golpeo, alineando los golpes y percutiendo sobre un percutor interpuesto. Los llamados “Núcleos de Mantequilla”, hacen resaltan la perfección de su preparación (como si hubieran sido realizados en el blando material lácteo, pese a ser el sílex mas duro que el acero), y el mejor exponente para alcanzar el mayor rendimiento en cuanto a productividad de piezas. Tienen un aspecto un tanto periforme, y constan de tres crestas, dos laterales y otra en una de las caras ventrales. La primera lámina que se obtenía de estos núcleos era siempre esta última, que aparecen de vez en cuando en los yacimientos, tímidamente durante el Neolítico Final, y plenamente durante el Cobre. Hoy les mostramos el dibujo de dos de estos núcleos del Calcolítico, que evidencia más claramente el proceso de obtención de láminas. El primero está listo para obtener la primera lámina (“lamina de cresta”), mientras que el segundo muestra ya las huellas de haber obtenido un número elevado de ellas, así como el reavivado del plano de percusión, para seguir obteniendo mas láminas. Espero que os guste. Yacimientos Arqueológicos de la Araña.

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